martes, 11 de junio de 2013

La justa medida del amor.


Para algunas personas la medida de su amor está vinculada con lo que lloran, para otros con lo que reciben o entregan. A veces simplemente parece estar ligado a una palabra o un hecho en concreto, a una fecha al deber de emparejarse por etnia o lugar de procedencia por la cantidad de sexo que se pueda tener en un año, un juramento o simplemente un beso. 

Para otras personas la medida justa del amor la tiene el tiempo y está muy vinculada a la tolerancia al respeto, y como en esta vida nadie nace sabiendo, amar es algo a lo que se debe aprender también. Y por intuitivo que parezca este sentimiento, al parecer todo lo que amemos a esa persona especial es lo mínimo que deberíamos amarnos nosotros mismos a cada momento. Pero si es así en qué momento deberíamos renunciar a todo lo que somos o a lo que nos debemos, sólo para comenzar “de cero” o simplemente para amar a otra persona y a otra y a otra, como si fuera nuestro reflejo. 

Para otras mentes puede que más maravillosas, la medida del amor tiene que ver con estar viviendo un sueño maravilloso y mientras se mantienen sumergidos en su somnoliento letargo, nadie los puede sacar de esa sensación maravillosa o no que puedan estar viviendo, sin saber entonces que tienen contadas sus horas de sueños, porque para vivir en el mundo real, incluso para enamorarse, hay que estar despierto. Y así hay gente que busca incesantemente la justa medida del amor en el físico o incluso en cosa más simple, como en el acento. Y es que con tantas verdades en este mundo todo puede ser más o menos cierto y la verdad más grande que parece haber no es la real, sino, la queramos creernos.

A mí no hacerme ningún caso, pues he pasado demasiado tiempo mirando a la luna y soñando despierto. A mí no hacerme mucho caso porque en cuestiones de amor soy bastante analfabeto y hay muchas formas de amar que por más que me las expliquen no las entiendo. Sin embargo me he dado cuenta que en la medida que nos hacemos adultos, nuestro amor madura casi en la misma medida que maduran nuestros sueños. Me he dado cuenta que ni el amor ni los sueños envejecen, que no se amilanan ni se hacen pequeños. Que no son ellos los que nos excluyen, los que nos apartan, no son ellos los que nos rompen el corazón, los que se avergüenzan de nosotros y nos abandonan por otro amor o incluso por otro sueño. Para mí la justa medida del amor es una sola, es inmensa, sin embargo cabe en el corazón. Para mí la justa medida del amor, está en tus besos. 

LPF.01f.85

                                                                                                                                                                                                        
 

miércoles, 5 de junio de 2013

Si me condenas.


Si me condenas al olvido y me destierras de tu lado. Como herencia me quedaré con el pasado y con todo cuanto nos quisimos. Y puede que algún día y desde muy lejos regreses a algún momento que quizás nadie recuerde y que sólo tú y yo vivimos. Y sabrás que nunca fuiste ni serás más amada y sabrás que nunca fuiste ni serás más hermosa que cuando estuviste conmigo. Y aprenderás a fuerza de no querer saber, que cuando se ama, no guardan relación la distancia y el olvido. Que el caminante hace el camino al andar, que cuando se quiere con el corazón, nada, ni siquiera los instantes son perdidos. 

Y puede que al final de tus días o con tu último suspiro, puede que a un paso entre la divinidad de lo eterno y lo vivido, te preguntes si te sigo amando, si aún te espero, o si sólo eres un vago recuerdo de todo lo que hemos sido. Puede que para entonces yo no esté o no tenga fuerzas para susurrarte al oído, que nunca fuiste ni serás de mis penas el ombligo, que no eres felicidad ni castigo, que hasta el final de mis días estarás tan dentro de mí, que será como si nunca te hubieses ido. Que de las mil maneras de vivir que me dieron a elegir, yo escogí la mejor, la más sencilla, la que no representa un conflicto. Pasar todos los días de mi vida enamorado de ti y aunque desde muy lejos, contigo.

LPF.01f85.

lunes, 3 de junio de 2013

Debilidad.




Tiene que haber un punto en el que un ser humano debería abandonar sus sueños. Ojalá fuera lo suficientemente tonto o cobarde como para haberlo encontrado ya.

 

domingo, 2 de junio de 2013

Graffiti...







Graffiti en murcia.
Autor desconocido. 
Título: Imagenes que dicen más que mil palabras.
LPF.01F85.


sábado, 1 de junio de 2013

Cosas que siempre harán falta.




Para cambiar el final de una historia siempre hará falta paciencia y a veces una disculpa sincera. El silencio no cambia nada.

 

domingo, 19 de mayo de 2013

Cosas que me preocupan.




Los gordos, los calvos, la gente con gafas de vista. Es decir, gente común con estas características, parecen que no enamorarse y por la misma regla tal parece que nadie los ama. Es común encontrarse foto montajes de personas, que físicamente están estupendas, con alas en la espalda, colas de sirena, mordiendo una fresa etc. Que de cierta manera lo que sugieren es una idolatría a la belleza, pero como la belleza aburre. Y en sí misma no es un mensaje, no se suele viralizar.

Sin embargo, con menos frecuencias encontramos el tipo de personas antes descrito. Los gordos, los calvos, la gente con gafas de vista. Que suelen en algunas ocasiones ser más bien motivo de burlas. Y salen en los llamados memes (Palabra que tiene su origen en Richard Dawson que se refiere a la imitación, replicación y transmisión del mismo modo que un gen es una unidad hereditaria.) Refiriéndose a la similaridad con la que se transmite dicho fenómeno por las  redes sociales, mutando exactamente como un gen, sin perder su fin,   que en este caso es hacer reír. Lo cual en más de una ocasión me ha llevado a preguntarme:

¿Será que esta gente no tiene sueños ni se enamora?
¿Será que no comen fresas, porque están a régimen?
¿Será que a las gordas no se le marcan los pezones cuando llueve?
¿Será que la gente con gafa, no puede mirar triste y taciturno al suelo?
¿Será que a un calvo no le pueden salir alas en la espalda?
¿Será que no le duelen ni les importan las burlas ?   Nada ahí lo dejo.

Al parecer como seres sociales, mostramos más respeto por unos cánones de belleza que por otros.  Y digo más por uno que por otros. Porque en sí misma todas las personas deberían ser hermosas independientemente de su condición física. Sin embargo, al parecer no es así. Y lo que sí me queda claro que un mal llamado feo, lleva mejor su fealdad que un bello su belleza. 

Pintura: Óleo sobre Lienzo
Artista plástico: Botero

Mujer apasionada y lejana.


Mujer testaruda y lejana.
Cuán alta puede ser tu expectativa de vida, 
si crees poder vivir, 
el día en que te deje de amar.
Qué tan lejos pretendes ir?
Imaginando que yo no pueda llegar.
Cómo pretendes borrarme, 
imaginar que no existo.
Si alguna vez juntos fuimos 
uno o más que dos.
Si sabes que yo 
no podré olvidarte jamás.
Mujer testaruda y lejana.
Calla todo lo que sabes.
Abraza y besa a cualquiera, 
sigue su rastro 
en la tierra de sus zapatos 
o en la arena.
Pero no pretendas 
amor más grande que el mío 
ni para toda la vida.
Porque eso jamás.
lo habrás de encontrar. 
mujer testaruda y a veces lejana. 
arderán la ira y tus penas en lágrimas.
y será lo que me ignoras 
si es tu deseo
de este camino la última parada.
pero haz que no sea adiós de tus labios, 
la última palabra. 
Porque de ti para toda la vida, 
no me podré despedir jamás.
Mujer apasionada y lejana. 
Que no sea la sabiduría quien guíe tus pasos, 
sino tu corazón y tu alma. 
Porque eras más bella entonces.


 LPF.01F85.

Rompe las reglas.


El mundo puede ser hostil para cualquiera que pretenda romper o cambiar ideas preconcebidas. Es difícil imaginar o saber que puede motivar a una persona a exponerse a las críticas, comentarios u opiniones de otros. A sabiendas de que siempre habrá otro punto de vista, valoraciones negativas incluso despotismo y burla en algunos de los juicios que se emitan sin tener en cuenta más argumentos u otras razones.

Sin embargo a pesar de la hostilidad nos exponemos. Nos salimos de nuestra zona de confort, como si todas las normas hubieran sido hechas para ser rotas, a veces eludiendo alguna verdad impuesta o buscando un propósito. Todas las normas que en algún momento fueron concebidas para protegernos. Y llegados a este punto no buscamos aprobación ni reconocimiento, no se trata de atesorar ni de ambiciones personales y puede que tan sólo únicamente sea una cuestión de sonrisas y lágrimas, de propósitos y sueños.

La hostilidad puede hacer más grande y fuerte a los que no tienen miedo a equivocarse o a perder. A los que jamás se regirán por la ley de mínimo esfuerzo, a los que pretenden cambiar el mundo muy desde adentro, sin haber encontrado otra manera de vivir o hacer  que no sea la de hacerle frente a sus miedos. Hace bastante tiempo que perdí el temor a equivocarme, sin embargo he de reconocer que estuve demasiado tiempo haciendo lo correcto (lo que todos esperaban) y os puedo asegurar que no hay nada de novedoso ni espectacular en ello. Romper las reglas, no dejéis de perseguir vuestros sueños, por más veces que os equivoquéis, por hostiles que puedan venir los tiempos. Y sin mayores recompensas os garantizo una muerte digna, la libertad o salir más fuerte después de cada intento. 



sábado, 11 de mayo de 2013

Todos los días de mi vida.

Borrador.Parte 19.

Al final del camino todos los días de mi vida sólo serán una cifra, como mis años, los aniversarios o las vidas que pueda tener o no un gato. Al final del camino puede que me pregunte dónde está  el resto del tiempo que no viví contigo, los que en mi alma suman una eternidad y en tu cuenta sólo cuatro. Al final del camino puede que no sea crucial nada de lo que me quede por hacer y por eso la sabiduría de los años haga más densos mis huesos, más nítidos mis recuerdos, más elocuente mis silencios y más dulce mi pasado, en la misma manera que hace más perecedera mi voluntad y criterio de haberte amado... 

Y a excepción de algunas personas y tus besos, casi todo lo que considero importante, puede que en algún momento deje de serlo sin que pueda remediarlo. Porque algunas cosas caen por su propio peso y otras simplemente mueren con los años. Por eso nunca digo mi edad a quien me parece ajeno o extraño, porque para quien no me conoce todos los días de mi vida sólo serán una cifra, que para su creer bien podría ser de lo que me quede o de lo dado...

Y puede que muera joven  o a lo mejor con cien años y puede que todo lo que te ame muera conmigo. Puede que todo lo que te ame quepa en un libro o en un párrafo. Pero nunca serás una cifra, ni primera ni última. Serás la única y sin importar cuantas vidas me tome, en todas te habré esperado...
LPF.01F85

domingo, 28 de abril de 2013

Mil maneras de vivir y una receta de paella de conejo.





Para hacer una paella se necesita azafrán, 750 gr de arroz, un paellero y el resto os lo diré poco a poco, en la misma manera que pasan algunos de los momentos más importantes en nuestra vida. Pero estar atentos, porque si el amor entra por la cocina ésta podría ser la más grande de las entradas o podría ser el mejor de todos los comienzos... 

Cuatro Alcachofas, dos tomates, caldo de carne, dos cebollas, un puñado de habas, aceite romero y mil  maneras de hacerla, tantas como las mil maneras de vivir que conozco y cada una mejor que la anterior, por eso siempre me sorprendo. Mil maneras de vivir y en común alguien que me dice lo que debería hacer en todas las situaciones, sólo que yo siempre voy un poco más lejos. Mil maneras y mil personas, pero ningún acierto con mi destino ni con lo que debo. Mil maneras de aceptar que a tu verdad le es indiferente la mía y de cuestionarme el por qué no termino de entenderlo, tener cuidado con la sal. Mil maneras de vivir y la peor sigue siendo la de no tener tus besos. 

Pochas la cebolla después de haber salpimentado y frito el conejo, todo a la cazuela, lo mueves hasta que notes un color uniforme... Y es que a veces sueño demasiado para lo poco que duermo. Y es que todo lo que pienso me invade tan desde adentro que no sé de que tengo miedo y cuando finalmente estamos juntos, me callo mis sueños, no te digo lo que pienso y comienzo a dudar que pueda tener sentido no amarte, justo cuando más deseo abrazarte, cuando creo que no me cansaría de mirarte, cuando tú crees que esto no va ninguna parte sin saber que ya estamos bastante lejos. Y cuando te alejas siento como detrás de ti se va mi vida, como termina el día y lo poco que queda para que se termine de cocer esta paella de conejo... Darle un poco más de tiempo, cocerla a fuego lento hasta que el arroz esté en su punto. Y es que de la vida aprendí que en cuestiones del corazón no hay nada escrito y que el amor toma su tiempo. Por eso si en mil intentos no te llega al corazón lo que digo, espero que al menos disfrutes de esta receta de  paella de conejo.

LPF.01f85.



viernes, 26 de abril de 2013

La leyenda de Al-Jumally.








Una antigua leyenda Árabe cuenta de un hombre que se enamoró perdidamente de una mujer. Sin lujos de detalles y tan sólo por abreviar no les voy a hablar de la fortuna que para ese hombre fue el haber contraído matrimonio con quien no tardó en descubrir era su alma gemela. Lo cierto es que era una mujer muy hermosa con un rostro cálido, ojos marrones y una boca tan bonita que cuando sonreía al atardecer pareciere que el sol se escondiese detrás de su sonrisa. El era un hombre paciente, generoso y no supe hasta el final de esta historia de su fuerza. Eran los dos muy jóvenes, eran felices y así hubieran podido continuar hasta el fin de sus días, si la vida no hubiere querido darle un giro tan brusco a los acontecimientos. 

Por circunstancias de la vida, esa mujer, la que tanto amaba contrajo la Viruela una enfermedad maligna, terrible que le dejo convaleciente y con el rostro y el resto de su cuerpo totalmente desfigurado borrando cualquier rastro de belleza del pasado. Él sólo podía pensar en lo doloroso que sería para su esposa el recuperar la conciencia y descubrir que ya no era la misma, que su belleza y juventud habían desaparecido de golpe y porrazo. Tanta pena y sufrimiento mutaron en un dolor de cabeza que aparentemente continuó atacando su sistema nervioso hasta dejarlo totalmente ciego y con los ojos cerrados. Durante los doce años que su esposa se mantuvo con vida el estuvo a su lado cada día y cuentan que cuando murió, el mismo día milagrosamente recuperó la visión. 

Sin embargo y a pesar de que nunca lo confesó, cuentan los que le conocen que nunca perdió la visión, que sólo lo hizo por ahorrarle el sufrimiento a su esposa de saber que él podía verla. Porque quería que ella se siguiera sintiendo hermosa a pesar de las circunstancias, porque la amaba tanto que ni la luz era más importante...

El dolor cuando no se convierte en verdugo, puede ser un gran maestro.
Foto tomada en Elche.


jueves, 18 de abril de 2013

Uno sólo de tus besos.




Uno sólo de tus besos,
para hidratar toda mi alma.
Para que de azul y nubes haya sido el camino andado,
para que la punta de la distancia que habita entre nosotros
no se clave en mi pecho.


Uno sólo de tus besos
y firmaré sobre el edificio más alto de esta ciudad.
"En la enfermedad y la salud, en la pobreza y la riqueza,
hasta que la muerte nos separe o el fin de los tiempos"

Sólo para que dios pueda verlo.

Y es que quiero hacer contigo lo que la primavera con los cerezos (Pablo Neruda.)
Porque te amo tanto...
...tanto que no sabría que hacer,
si la dicha de tenerte sólo durase un momento.

Uno sólo de tus besos,
y sabrás de que está hecha el alma mía
que a tientas pulula en la eternidad de tu ausencia,

en el regazo de tu silencio,
a la vigilia de un sueño que jura y no revienta,
porque tengo por ventura saberte más fiel que hermosa.

Uno sólo de tus besos,

y no habrá orador fantasioso ni palabra mágica,
no habrá teatro ni puesta en escena que pueda describir lo que siento.

Uno sólo de tus besos,
y mis huesudas penas, habrán muerto en silencio.





LPF.01f85.
Creative People.
Fotografía: Bill Cliff.

domingo, 14 de abril de 2013

Cuando vivir merece la pena.







Vivir merece la pena sólo cuando no te avergüenzas de ser quien eres, cuando le haces frente a lo que temes, cuando te desesperas y lloras, para sobreponerte después. Vivir merece la pena cuando comprendes que lo que más debería preocuparte no es la muerte, cuando comprendes que la mayoría de las cosas que consideras importantes, no lo son más que el amor o el aire. Vivir merece la pena cuando en vez de persignarte al ver un hombre sumido en sus desgracias eres capaz de tenderle una mano sin temor a contagiarte. 

Vivir merece la pena cuando eres libre de hacer lo que quieras y escoges hacer lo correcto por defecto, cuando buscas en el prójimo sus virtudes más que sus máculas, cuando comprendes que la vida no es un regalo aunque vivirla tampoco debería suponerte un esfuerzo. Vivir merece la pena cuando descubres en la maravilla de vivir tus propósitos e inconmensurables son tus esfuerzos por llegar hasta ellos. Merece la pena cuando dejas de inventarte excusas para no hacerlo, cuando descubres que la verdad jamás se pondrá de tu lado sólo porque grites o te lamentes, cuando aprendes a disfrutar de la soledad y el silencio.

Vivir merece la pena cuando comprendes de que siempre no se trata de ganar o perder, cuando a pesar de las circunstancias no  se renuncia a lo que se ama, cuando  al enfrentarte a tu quehacer diario no es una agotadora jornada lo que le resta pasión a lo que bien intencionadamente cualquier día hubiste de emprender. Vivir merece la pena cuando dejas de culpar a los demás por tus problemas,  cuando eres capaz de perdonarte a ti mismo, cuando disfrutas con plenitud de conciencia de todos tus estados sin arrepentimientos ni mayores penas. Y citando a "Abrahán Lincoln" Vivir merece la pena cuando comprendes que "Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años." y  sólo por eso lo que me resta quiero vivirlo contigo sin pretender encontrarle sentido... enamorado, maravillado, rompiendo las estadísticas de los que aseguran que nada es para siempre o que no hay amores para toda la vida. 


LPF.01f85
Obra: El árbol de la vida.
Artista Plástico: Gustave Klimt.

lunes, 8 de abril de 2013

Desde que te fuiste...






He coqueteado tanto con el dolor que he tenido días en los que me ha parecido morir.  Días en los que incluso el mismo dolor ha pretendido huir de mí con desesperación, al punto de con lágrimas pagar por cada uno de sus desafortunados intentos... Únicamente porque no soy perfecto, sin poder imaginar el dolor, lo que me reconforta el estar tan lejos de poder serlo. Puede que por eso no comparta mis penas y porque son tan pocas que a veces temo perderlas. Puede que no las comparta, porque  es muy posible que dentro de ellas se escondan muchos propósitos y sueños que ni a la primera ni en la segunda hubieron de encontrar un camino que los trajera hasta mí (de suerte hablando) o que me llevará a mí hasta ellos. Y aunque se mida en años luz la distancia entre nosotros, abandonarlos no entra en mis planes inmediatos ni en el de los próximos cien años. 

Y es que algo ha sucedido desde que te fuiste, muchas cosas han decidido cambiar desde que no estás y sólo coqueteo con el dolor cuando pienso que tengo que dejarte ir o cuando pareces no estar. Pero todavía puedo sonreír y es que muchas otras cosas permanecen igual y mientras a trozos y desde el cielo sigan cayendo las estrellas y yo pueda cerrar los ojos para pedir un deseo, lo que siento por ti no va a cambiar.

...y pienso en la suerte que tengo, aunque puede que los dos no pensemos igual. Pienso que las lágrimas como los besos son cosa de cualquiera, pienso que puede que no valga la pena nada de lo que escriba  y aunque puede no queden flores en mi jardín o que la felicidad no sea tan infinita como la dicha de tenerte, no dejaré de ilusionarme inventándome la más bella aparición, guardando tus silencios y desprecios en bolsillos rotos. Porque sin amor... sin amor nada es posible, porque tus desprecios no suman siete de nada ni pecados capitales ni maravillas del mundo ni días de la semana en que se me permita juzgarte o no quererte. Entonces, cómo no perdonarte si debo, si cabe. Cómo no amarte, si otra cosa ni olvidarte puedo...

LPF.01f85.

Oleo sobre lienzo.
Obra: Rememberíng Mrs Smith.
Artista plástico: Pat  Rocha.

jueves, 4 de abril de 2013

sábado, 30 de marzo de 2013

Los domingos al sol.

Borrador. Parte 7.

Algunos días, casi siempre los domingos por la tarde se sienta en la plaza  de algún pueblo fantasma y contempla la puesta de sol y todas las pequeñas cosas que por orden natural e inevitable acontecen a su alrededor. La quietud de sus manos y sus pies no dejan entrever la manera en que revolotea su corazón hacia los recuerdos que perezosos le arrancan una sonrisa y de vez en cuando algún suspiro. Dentro de sus recuerdos hechos a medida nada es lo que parece y los besos no se pueden borrar, es como si todo el universo se detuviera sólo para estar con él, únicamente para que pueda reescribir todo lo vivido a su voluntad. Un lugar donde tiene el poder absoluto de abstraerse y conspirar con la realidad por unos instantes o por unos segundos y casi siempre durante las tardes de domingo. 

Os puedo asegurar que nada tiene que ver esto con algún tipo de desequilibrio ni con escapar desde o hacia. Simplemente ha encontrado un motivo y la forma que le permiten vivir en armonía con la intención de sacrificar todo lo que era por lo que para bien está dispuesto a llegar a ser. Y dispuesto a no dormir hasta descubrir lo insólito de la brevedad de estos momentos de soledad y silencio, no renuncia a nada de lo que está viviendo y presto está incluso a morir por ello, porque sabe que si tiene un sueño tiene que protegerlo, porque sabe que el dolor es temporal y que el lamento de renunciar a lo que ama puede durar eternamente y eso para una vida es demasiado tiempo. 

Él empezó a soñar cuando se dio cuenta de que ella no le amaba. Cerro sus ojos y le pregunto a la madrugada si bastaba con hacer lo correcto, sólo que ya no lo haría por la flamante bicicleta roja que anhelaba de pequeño, no lo haría por lo prometido ni por un beso y dejo que todo su futuro pendiera de una moneda lanzada  al aire con la interrogante de si debía amarla, como si le correspondiera a la moneda decidirlo, como si tuviera algún poder sobrenatural o sobre lo importante, la cruz o su reverso. Y mientras giraba comprendió que sin amor nada es posible, que sin amor nunca podría ser libre, así que mientras la moneda indecisa se debatía en el aire buscando hacer lo correcto al tiempo que parecía invitar a un caniche juguetón que por allí paseaba su dueño a que le atrapara por no verse en semejante conflicto de hacer o no lo incorrecto. Él, dio la espalda y comenzó a andar en la misma dirección en que las hojas eran empujadas por el viento dejando caer la moneda al suelo, sin mirar, porque no quiere vivir sin ella, porque eso ya lo intentó una vez y no supo cómo hacerlo. Porque algunas veces, casi siempre durante las tardes de domingos se sienta en cualquier plaza sólo para esperarla a pesar de que para cuando se va, el sol hace un buen rato que ya se ha puesto.


LPF.01f.85


domingo, 24 de marzo de 2013

Lo que yo quiero.



...lo que yo quiero corazón cobarde es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren... yo no quiero juntar para mañana. 

Joaquín Sabina.
LPF.01f85


martes, 19 de marzo de 2013

Espacios infinitos.

Borrador. Parte 6.





Es la sensación de estar muy cerca de algo hermoso que le hace imaginar que puedan existir espacios infinitos donde nada se interponga para recrear sus sueños. Es la sensación de sentirse vivo la que muchas noches le impide dormir como si no quisiera perderse un sólo instante de todo lo que está viviendo... Y es que todavía no aprende a vivir con penas tan grande como las de querer con decadencia, sin espíritu conquistador, ni fe. Y podría compartir el paraíso con ella, si ella así lo quisiera, tanto como comparte su dolor, su silencio y todo lo que el futuro le pueda augurar o pretenda. Mientras, esta noche como en todas las noches anteriores se irá a la cama pensando en ella y es muy probable que suceda lo mismo en las venideras y como la vida y este mundo están llenos de causas y azares que los hombres no comprenden ni conocen puede que alguna vez ella despierte sin que su nombre le suene, sin saber por qué todavía le quiere y con la ilusión de poder olvidarle después. Y antes que tome lugar lo terrible de este gran desastre o infortunio, exhausto, pero sin perder el aliento, continúa con su hacer. 

Y es que su pasión hace de su voz y sus horas muertas letras que corren libres y silencios que le empujan a creer en lo improbable y le hacen mirar tan para dentro de sí mismo que  a veces no llega a comprender cómo puede quererle tanto, cómo puedo vacilar la posibilidad de vivir sin aire antes que renunciar a sus besos. Será cierto eso que reza que si daño no te puede hacer, es muy probable que feliz tampoco. Y puede que no fueran sus promesas la causa de su fortuna, puede que lo que no le mate le haga más fuerte o le engorde, puede que no baste con quedarse dormido para soñar después.  Sin embargo también pudiera ser que este amor no tenga en cuenta séptimos días y por ende puede que nunca deje de quererle. A cuenta y riesgo de que el dolor se pueda cebar con él o creer en algún momento, más fuerte. 


Por eso esto no es para ti ni para nosotros, es para el dolor que ambos podamos sentir en algún momento, que se joda. Esto es para que no olvide que hay momentos y personas que nunca se olvidan, para que no olvide el valor del silencio ni de las palabras, para que sepa que todos los amores, si amores son, son perfectos. Y nuevamente que se joda si todavía no quiere darse cuenta que para mi gusto eres maravillosa, con tus virtudes y defectos, si no puede ver más allá y darse cuenta que esto es lo más cerca que estará del cielo, si cree poder dominarme o doblegarme como si no tuviera un espíritu libre y propio, como si quererte no tuviera fundamento. Que se joda, si no se da cuenta que el único vinculo que puede existir entre él y yo es su flaqueza. Pero sobre todas las cosas que se joda por retorcido, por siempre tener un plan para querer jodernos, por tener un problema con la realidad si todavía no acepta lo mucho que te quiero, si espera que todo siempre vaya según lo previsto o sea perfecto. Que se joda por no entenderme o simplemente por no entendernos.



LPF.01f85


domingo, 17 de marzo de 2013

Observación.


Pídele a una mujer que describa a su hombre ideal y terminará describiendo otra mujer. ;-)

Asco de vida.