Borrador. Parte 5.
Sólo para estar mejor desempolvó un alijo de secretos y momentos de cuando vivir era sencillo y no encontró nada que le hiciere sentir mejor en una forma tal que sintiese la necesidad revivir cada uno de esos instantes para volver a ser feliz, (si alguna vez lo había sido) o (por si alguna vez lo hubiere podido dejar de ser). No tenía a sus amigos de la infancia ni sus canicas y con los años había perdido la esperanza de convertirse en superhéroe o bombero. A duras penas podía recordar la mayoría de las cosas que le habían hecho reír hasta casi quedar sin aliento y es que puede que por mayoría no fuesen importantes o rosasen la estupidez. Así que de esta historia arrancó todas las páginas que para vivir no necesita y los sufrimientos. Y prosigue entre sonrisas y lágrimas con sus andanzas, pendiente de vivir todo lo bueno que tomase lugar y por qué no, lo malo también, con la conciencia de no haber sucumbido en todos sus intentos y sorprendido de como todo lo que por venir está, puede ser tan perfecto. Sin imaginar lo que pueda ser...
Y sólo para estar mejor volvió sobre sus pasos y descubrió que cualquier persona, cualquier momento incluso cualquier cosa puede ser importante o especial, que todo es muy relativo y si no reserva el derecho a quien lo merezca, puede que llegue a perder la conciencia del significado de las cosas que verdaderamente importan y en algún punto sin saber cómo puede que todo lo que ame le llegue a dar igual o crea poderlo substituir por cualquier cosa. Y habrá de suceder si se lo permite, si es condescendiente con la tristeza o con la debilidad, si por estar mejor se esconde de los golpes que a la vida por darle le queden, porque la carcomida felicidad humana no requiera penas, tan sólo glorias.
Y es que de la vida es mejor tomar los guiños que los desprecios y sin saber cómo y a
pesar de todo le sigue amando y puede que sea porque siempre está soñando o
porque nada es lo que parece y casi siempre es para bien. Y es que esto de
amar se le fue de las manos y para llegar al final no va a correr, porque los que saben de la
vida dicen que al final no hay nada, que la magia está en andar y no desesperar, por eso no pierde de vista un sólo paso ni sus pies. Por eso quiere amar,
reír y llorar quiere todo lo que el dinero no puede comprar, quiere su
felicidad y morir después.
Artista plástico: Picasso.
Oleo sobre lienzo.
Obra: Niño con paloma.