La brisa suave, tu nombre murmura,
como un eco antiguo que nunca se apaga,
y mi pecho calla, mas el alma augura
que en ti la ternura por siempre se alarga.
Amarte es volar sin prisa,
es hallar refugio en labios rendidos,
es perderme en tus ojos, tu sonrisa,
es morir y renacer en un solo latido.
Si el tiempo nos roba momentos queridos,
si el mundo en su ruido nos busca alejar,
sabré que en mi pecho, eternos y vivos,
tus labios aún guardo, para poderlos soñar.
Si esto fuere lo último que escribo,
lejos está de ser el final...
LPF.01F85