sábado, 7 de julio de 2018

Si la muerte...




Si la muerte me roba el reposo,
por divino y generoso comandamiento 
No dejéis que con lágrimas 
Aniquile la tristeza vuestra paz 
O me habrá arrebatado, 
la gloria de haber vivido 
lo que conviniera el alto cielo. 
Soberano en mi dolor, 
Y de mi vida único dueño, 
espero que la fortuna 
le dé un motivo para latir a mi corazón, 
y aunque con muchos años 
no muera de viejo. 
Para entonces la inmortalidad, 
querré en vuestra memoria. 
Y el olvido en la escoria 
que sin venturosa mano o boca 
a mis espaldas y sin ingenio,
 pretende por el vicio de no callar, 
ser mártir sin haber muerto 
y es que: 
quien tanto habla de los demás, 
de sí mismo guarda silencio. 
Por eso, conservad los recuerdos 
que sostienen 
el amor, la brisa y los colores 
porque, como la lluvia de abril 
esconde flores de mil olores 
y amores 
que no murieron...

LPF.01f85