Pesa menos el oro
que las palabras,
cuando en un momento de ira
no se guarda
el hablar pronto
y la calma.
Porque bien sabe
el que entonces habló
que no decía
lo que pensaba.
Sólo por ver
en la blanca luna
las grises manchas.
Por alimentar su corazón
con la angustia
de morir con el mismo hierro
que mata.
que mata.
Sin entender
la belleza del silencio
la parte más blanca del pelo
ni el poder del indice
que a no hablar te invita
sólo para que no tengas
que renunciar a nada.
Pesa menos el oro
que las flores
si el pecho le agita
y una sonrisa le arrancan,
si el herido olvida la herida
y le canta a la lanza.
Si el karma pagarte quisiera
con la misma bella sonrisa
cada mañana....
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