Que bueno nacer feliz
y para cuando te sientas morir
volver a la vida otra vez.
Que bueno ser parte de una misma cosa
y muy distintos a la vez,
como los dedos de una mano,
como los dedos de tus pies.
Y ser fuerte como dragón,
y no olvidar que fuiste huevo alguna vez.
Y si la vida quisiera corresponderme
bueno sería no olvidarte,
ni avergonzarme
de cuanto te he llegado a querer.
Ahora que he arrancado
de mi calendario
todos los días de silencio
y he vuelto a recordar
el perfume de tu piel.
Ahora que en mis adentros
permanece intacta la silueta de tu sonrisa,
la esencia de todo
lo que una vez amé.
LPF.01f85