Presta has de venir Aurelia,
a poner en este holgorio
orden y recato.
Presta, diligente y oficiosa,
Presta, diligente y oficiosa,
que entre orujo y guitarras
pareciere que tu yerno
hubiere perdido el honor y las ganas
de agradar a su bella esposa.
Y como del diablo son esas cosas
Y los tontos suelen acertarlas.
puesta en aviso te pongo
antes que una maldición,
pese sobre su espalda
por buscar calor en otras sabanas
no sin antes tropezar con su torpeza
más que con sus ganas.
Y si ante Dios pone su palabra
ante el mismo Dios que ama y le espanta
recibirá de vuelta,
más que todo lo que pida
todo lo que haga.
Porque cuanto más alto
vuela la mentira,
más duele la caída sobre la espalda.
Y como no quiero que se me acuse
de tener la lengua larga
me callo y no diré comadre más nada.
para que nadie me recrimine
el no ver la viga y sí la paja
Por eso a la mía le he dicho,
que se abotone la camisa,
que se coloque la falda,
y que esconda esa sonrisa de santa,
porque donde ella no ve nada
otros a ver demonios alcanzan.
Porque no hay prueba de amor
de hombre con esposa.
Ni se cosecha con gozo,
cuando se siembra
sobre felicidad malograda.