...no es que hubiésemos dejado de hablarnos. Es que cuando yo dejé de hacerlo tan a menudo, me di cuenta que ella para entonces y desde hacía mucho había dejado de hacerlo... Y porque a veces las cosas profundas se perdían en la intención, guardé silencio. Y porque no hay verdad más grande que la que cada uno se quiera creer, ella podrá seguir pensando que no me quiere, y yo que nunca podré dejar de hacerlo. Hoy sé que si no lo hubiese intentado, jamás hubiera podido saberlo. Hoy sé que las estrellas brillan mucho más, cuando se apaga el cielo...
LPF.01f85