Que no sea la vida quien deje de sorprenderme,
Y que no sean de todas las horas,
esas, que no hemos pasado juntos,
las que me digan hasta donde o cuando
las que me digan hasta donde o cuando
debería quererte.
Que no sea la suerte ni el dolor,
ni la envidia ni la pena.
Quienes traigan de vuelta al amor,
o quienes le condenan.
Que no sea la cordura,
quien arranque a sangre fría
palabra alguna al corazón,
sólo porque la irreverente razón, no sueña.
Y entonces bendito el amor, sí.
Bendito el amor que a veces duele,
y que en el pecho como una lanza se clava.
Bendito el amor que a veces duele, sí.
y la soledad que a veces le acompaña.
Bendito el amor que ama la vida
que con amor se defiende,
y la soledad que a veces le acompaña.
Bendito el amor que ama la vida
que con amor se defiende,
que no quiere escapar ni injusticia comete,
que por amor más que morir, crece.
que por amor más que morir, crece.
Bendito este amor que a veces duele
y todas las formas en las que te ama
y todas las formas en las que te ama
y mi inocencia y la espera.
Bendita la maldita virtud de mi ignorancia
y mi desobediencia.
Benditas ambas no porque haya decidido quedarme.
Benditas ambas por no permitirme hacerlo
de cualquier manera.
Bendito este amor que duele, sí.
y bendita la luz de tu sonrisa
que ilumina mi alma
y da forma a mi esencia.
Bendito este amor que duele, sí.
y bendita la luz de tu sonrisa
que ilumina mi alma
y da forma a mi esencia.
LPF.01F85.
Artista Plástico: Leonid Afrémov