martes, 6 de mayo de 2014

El contoneo de tu sonrisa.













Y si fuera este el final 
de sobra deberías saber que eres la primera.
Que no miento si juro que moriría por ti, 
que no miento si digo 
que por ti daría la vida entera. 
Esta vida y otra más, si la tuviera.
Que no mentiría si te jurase 
que al margen de respirar 
seguiré incordiando a las estrellas.
como lo hicieron al Quijote los tímidos molinos,
como lo hace el silencio a la furibunda duda,
o un gato negro a la luna llena.
Únicamente por acortar esta maldita distancia que nos separa,
o tan sólo por tenerte un poco más cerca.
Para que desahucies esta agonía de amar lo que no sabía
y poder besar cada mañana el efímero contoneo de tu sonrisa
al borde del abismo de tu mejilla
con el silencio de una lágrima que no calla 
y la lengua mordida,
con la esperanza colgada del último día
de alguna promesa de amor olvidada 
aun enredada en las telas de arañas de mi alma vacía...
Y con los ojos cerrados y mi corazón arrebolado y resuelto,
te juro amor que voy a encontrarte,
con el único propósito de amarte,
como si la vida sin ti no tuviere sentido.
Y juraré ante Dios y el resto de los mortales
que serán mis penas pequeñas,
si al final del día puedo abrazarte.
Si consigo que siempre quieras besarme 
y que tu sonrisa sea mi estandarte,
en los días en que nada ni nadie parezca salvarse,
ni tan siquiera el amor.

LPF.01f85
Artista plástico: Leonid Afrémov.