sábado, 26 de octubre de 2013

Ausencia dorada.

No se escuchan del alma las penas
si no se cuentan con desazón 
y agria melancolía.
Late fuerte corazón, 
pero no de cualquier manera,
porque devota te es mi pasión 
y toda la esperanza mía. 

Late fuerte corazón 
y vuela con cálido sol 
sobre este ignoto dolor hasta tierra baldía.
Haz que retumbe tu amor, 
que los sueños florezcan,
que ardan por mil las dudas y penas 
hasta encender en mi alma la vida
o hasta que muera de pena. 

Late fuerte corazón 
y entre los pasos de la muerte 
sé mi luz, sé mi faro, sé mi guía.
Y si te vas, vete. 
Y si te mueres a-Dios con alegrías,
pero late fuerte corazón.
Late hasta el último de tus días 
y entonces dorada será tu ausencia 
y puede que grises algunos días.
Pero late fuerte corazón 
haciendo infinita esta suerte mía.
Porque en mí, 
los sueños no mueren.
Porque a veces comienzan las cosas, 
donde terminan.
Late fuerte corazón,
y haz infinita esta suerte mía.



LPF.01f85