Letras que corren libres sobre un fondo blanco
liberan mil pensamientos dentro de mí.
Tantos, como recuerdos y silencios,
tantos, como el amor se pudo permitir,
tantos, como para continuar atrapado,
entre el deseo y la buenaventura de amarle y sentirme amado,
sin presagiar el fin.
Dulce inocencia
que por no saber
ni huye ni se lamenta
y que para vivir
abraza la oscuridad
y las horas muertas
en un último intento
por no morir.
Apología al silencio
que quiso hacer de algo pequeño
un amor inmenso,
incluso después del fin.
Amontonando en poesías el tiempo,
y sin otro remedio, aguardando hasta ver
como todo yacía inerte, muerto,
más sin buscar alivio en otra alma
ni calor en otro cuerpo.
Porque no pude ser
antojo ni esclavo,
porque no soy lógico y le amo.
o porque tan sólo soy el amor perseverando,
impugnando un resultado,
sin oraciones ni holocaustos
sin maldiciones ni conjuros mágicos...
Sólo podrá perdonarme
el Dios que para salvarme me he inventado,
porque yo únicamente le amo
y lo haré, hasta el fin...
liberan mil pensamientos dentro de mí.
Tantos, como recuerdos y silencios,
tantos, como el amor se pudo permitir,
tantos, como para continuar atrapado,
entre el deseo y la buenaventura de amarle y sentirme amado,
sin presagiar el fin.
Dulce inocencia
que por no saber
ni huye ni se lamenta
y que para vivir
abraza la oscuridad
y las horas muertas
en un último intento
por no morir.
Apología al silencio
que quiso hacer de algo pequeño
un amor inmenso,
incluso después del fin.
Amontonando en poesías el tiempo,
y sin otro remedio, aguardando hasta ver
como todo yacía inerte, muerto,
más sin buscar alivio en otra alma
ni calor en otro cuerpo.
Porque no pude ser
antojo ni esclavo,
porque no soy lógico y le amo.
o porque tan sólo soy el amor perseverando,
impugnando un resultado,
sin oraciones ni holocaustos
sin maldiciones ni conjuros mágicos...
Sólo podrá perdonarme
el Dios que para salvarme me he inventado,
porque yo únicamente le amo
y lo haré, hasta el fin...
LPF.01F85