Inseguridad
alimentaria.
Se da cuando las personas
carecen de acceso a una cantidad suficiente de alimentos inocuos y nutritivos,
y por tanto no están consumiendo lo suficiente para desarrollar una vida activa
y sana. Puede deberse a la falta de disponibilidad de alimentos, al
insuficiente poder adquisitivo, o a un uso inadecuado de los mismos.
Hambre crónica.
Las personas que pasan hambre
de forma crónica están subnutridas. No comen lo suficiente para tener la
energía necesaria que les permita desarrollar una vida activa. Su malnutrición
les dificulta el estudio, el trabajo o la práctica de cualquier actividad que
requiera esfuerzo físico. Los niños subnutridos no crecen de forma tan rápida
como los niños saludables. Mentalmente pueden desarrollarse más despacio. El
hambre constante debilita el sistema inmunológico y les hace más vulnerables a
enfermedades e infecciones.
Según
la FAO (Organización de las naciones unidas para la alimentación y la
agricultura)
- Según datos de la FAO cada día 100 000 personas mueren de hambre o por causas derivadas de ésta.
- Según datos de la FAO en este planeta hay suficiente comida para nutrir con 2700 calorías diarias a un promedio de doce mil millones de habitantes, justo el doble de la población actual.
- Las muertes por hambruna y desnutrición se ceban con el continente africano y algunos países de América del sur, cuyos recursos naturales han sido expoliados y sus habitantes abandonados a merced de Dios.
- Según datos de la FAO el analfabetismo, la mala planificación familiar, la falta de recursos y de información, son la primera causa de hambruna en los países subdesarrollados.
Ningún gobernante debería permitir que los recursos naturales de su país pudiesen ser vendidos o cedidos de forma permanente al mejor postor, si la distribución de la ganancia que genere no va a ser distribuida proporcional y equitativamente teniendo en cuenta las necesidades de su población. Si no va respetar los ecosistemas comprometiendo el medio-ambiente y los hábitats naturales. Sí en su plan no figura la preservación de la biodiversidad en paralelo con la prosperidad económica según unos criterios de sostenibilidad lógicos y aceptables. Sobre todo porque compromete el desarrollo social, económico y cultural de las zonas afectadas por la expoliación de sus recursos naturales. Aumentando los índices de pobrezas, alejándoles del progreso y oportunidad de hacer de su mundo algo un poco mejor.
