Estimado Pavel Arquimedes
Gracias a donativos como el tuyo hemos conseguido que muchas historias de niños en el Cuerno de África tengan un final feliz.
Es importante que sepas que sin ti no podríamos llevar a cabo nuestra labor. Esa es la razón por la que queremos compartir esta historia contigo.
Todo empezó hace unas seis semanas cuando Aden, un niño de tan sólo 3 años, llegó con su padre al campo de refugiados de Dadaab en Kenia. En ese duro camino, su madre, debilitada por el hambre y las enfermedades, murió. “Aden se encontraba agotado. Padecía una grave deshidratación y acusaba vómitos y diarrea” nos comentó Timothy, enfermero especializado en nutrición.A pesar del pronóstico tan incierto, su padre Abdile no se fue de su lado en ningún momento. Día tras día Aden fue tratado con antibióticos, leche terapéutica y alimento que le proporcionaba UNICEF en el centro de estabilización.
Tras un largo mes de tratamiento, Aden se ha recuperado y ha podido abandonar el centro. Su vida sigue siendo muy difícil pero Abdile está agradecido por haber conseguido salvar la vida de su hijo.
Al igual que Aden, UNICEF estima que ya son más de 2 millones de niños en la zona del Cuerno de África que sufren desnutrición.
La buena noticia es que en UNICEF pensamos que estas situaciones se pueden evitar trabajando en la prevención y control de las zonas más vulnerables.