lunes, 27 de junio de 2011

Esto no va de lágrimas, esto no va de amor...

Esto no va de lágrimas, esto no va de amor. Esto no va porque de alguien algún día puedas ser la inspiración. Esto no va por todo el sentimiento que te dejaron a deber, o por tener en bancarrota tu corazón. Esto no va por los días que te cuesta creer en el amor, esto no va por las mil formas que no encontramos de decir adiós. Esto no va por lo que debería ser, esto va por lo que es, va por ti y por lo que a simple vista se puede ver.


Eres más de lo que pudo pedir o más de lo que pudo soñar, la parte incomprensible de un sueño que se le  hizo realidad. Eres Irina, en Hebreo "Reina de la belleza", y en griego "Amante de la paz", en cubano un  Mango (referencia de mujer hermosa) en España resumido, estas más buena que el pan. Por eso esto no va por lo que debería ser, en el fondo eso da igual, esto va por lo que ya eres, esto va por lo que ya tienes y lo demás no debería contar. Esto va por tu manera de reír o por tu manera de bailar, esto es un GPS para cuando no te encuentres, o lo hagas mal, esto es para recomponer tu sonrisa. Esto va por ti y no está pensado para nadie más, como Luna nueva.


Nueve meses no bastan para gestar al hombre que te ha de desposar. Tiene que ser un caballero, aunque no tenga armadura, ni corcel. Tiene que ser valiente, aunque pueda temer perderte alguna vez. Necesitará un anillo mágico y una rodilla que le falle una vez. Tendrá que mirarte a los ojos y poder mirar a través. Un hombre que comprenda que mil espadas no son suficiente para conquistarte, ni para hacerte creer. Un hombre que pueda tener o no un dios, pero que deposite en tu cariño toda su fe. Un hombre que vea lo hermoso de tus pechos y una madre también si decides llegar a serlo alguna vez. Un hombre que sepa mirarte, que no busque estrellas para conquistarte, ni necesite de estas palabras para hacerte creer. Irina Pardo Fernández