Vivir solo tiene muchos inconvenientes. Tiene tantos inconvenientes como vivir mal acompañado. Siempre que se habla de vivir solo se piensa en la soledad y no creo que la relación entre ambos casos sea directamente proporcional.
Para mi la soledad es un estado de animo que normalmente hace un reclamo inevitable a la tristeza y la nostalgia sobre las cosas buenas que tuvimos en su momento, y de las que hemos tenido que prescindir por miles de razones diferentes. Y a pesar de que hay un refrán que reza "todo lo que sucede conviene", en la mayoría de los casos no nos es suficiente para consolarnos. La vida te hace desprenderte de cosas importantes, cosas hermosas y cosas que no son tan hermosas, pero si necesarias. Pero lo que verdaderamente cuenta es el valor sentimental que representan cada una de esas cosas que te ha tocado perder. Perderlas es parte del ciclo de la vida, y solo te das cuenta de la verdadera belleza de esas cosas, cuando comienzan a desaparecer.
No considero que así culmine el ciclo de las cosas hermosas ya que todo en la vida tiene una etapa. Cosas normales que hacías de niño como ponerle voces a tus juguetes y fingir el ruido del motor de tu coche favorito mientras estas tumbado en el suelo, de adulto te llevaría a un psiquiatra. Lo que tuvistes y has perdido también forman parte de ese momento que ya pasó. Solo tienes que aceptarlo, aprender y continuar con tu vida. No me refiero a un continuar de la vida en plan egoísta, ni optimismo y fiesta a tope. Me refiero a un continuar desarrollándote, creciendo como persona y mentalmente para superar las adversidades que te puedan deparar el futuro y sobre todas las cosas para no cometer los mismos errores. A lo largo de nuestras vidas seremos premiados con miles de cosas hermosas que si no estamos alerta volveremos a perder una y otra vez. Y no se trata de retener lo que has perdido, si no saber lo que has dado todo para no perderlo.
Todas esas cosas hermosas de las que nos desprendemos a lo largo de nuestra vida. Hace que instintivamente intentemos substituirlas entrando en una continua búsqueda que en muchos casos nos arrastra a la desesperación, cuya desesperación en más de una ocasión nos hace aceptar lo inaceptable, para terminar volviendo al punto del que partimos, la desesperación. La soledad, para mi es un espacio vacío que debes rellenar con amor. No solamente con una relación sentimental, si no correspondiéndole a todas esas personas que te quieren y les importas. La soledad vale también para reflexionar y si lo haces desde un punto de vista autocritico, te puedes llegar a sorprender.